La Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (CEMUDIS) se ha convertido en un referente indiscutible en la lucha por los derechos de las mujeres con discapacidad en España. La entidad ha sido reconocida con el premio CERMI.es 2024 en la categoría Fundación CERMI Mujeres 10º Aniversario - Acción en beneficio de las Mujeres con Discapacidad, un galardón que reconoce su contribución al avance de las mujeres con discapacidad. Fundada en 2009, CEMUDIS ha buscado fortalecer el movimiento asociativo para dar una voz unificada a las mujeres con discapacidad.
" El motivo principal que llevó a la creación de CEMUDIS fue habilitar un espacio común para dar apoyo a las asociaciones que se habían creado desde 1995 y trabajar el tejido asociativo para impulsar más entidades de mujeres con discapacidad en los diferentes territorios", explica Marta Valencia, presidenta de CEMUDIS. Desde entonces, la Confederación ha sido clave en la lucha por el reconocimiento y la protección de los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad.
Valencia destaca que, aunque se han conseguido importantes hitos, "aún nos queda mucho por trabajar, como poder acudir a los recursos de la salud sexual y reproductiva en igualdad de condiciones o que los recursos contra la violencia sean accesibles y de carácter universal".
estadísticas sobre violencia y la dificultad para acceder a la justicia en igualdad de condiciones son algunos de los desafíos que siguen presentes para las mujeres con discapacidad | Marta Valencia
La infantilización de estas mujeres es otra barrera que persiste, derivada del contexto educativo y social. "Nos consideran niñas eternamente, lo que ha supuesto una sobreprotección familiar que, aunque se haga de buena fe, perjudica nuestro desarrollo personal en distintas esferas de nuestra vida", señala Valencia. Para combatir este problema, la educación inclusiva y el trabajo con las familias son claves para potenciar la autonomía de las niñas y mujeres con discapacidad. "Un aliado clave en este aspecto es la representación e imagen de las mujeres y niñas con discapacidad en los medios de comunicación, en series de televisión, películas o campañas de comunicación. Es muy importante que se vea a la mujer con discapacidad en todos sus aspectos".
Valencia también menciona ejemplos concretos de cómo la infantilización afecta a la autonomía de estas mujeres: "El ejemplo que más vemos es que no se promueve la autonomía de las niñas y mujeres con discapacidad; la educación y formación no se impulsa, y eso que ha mejorado con la enseñanza obligatoria. Esto hace que en muchas ocasiones sean relegadas a las tareas domésticas. De igual modo, no se potencia que puedan tener una vida autónoma y tomar sus propias decisiones. Otro ejemplo es la esterilización forzada que ya se ha erradicado en la norma, pero que hay que seguir luchando para que se haga también en la vida real".
No se nos ve con el derecho a ser madres, ya sea de manera biológica o por adopción. Incluso en casos de divorcio, cuando la madre tiene discapacidad, se duda de su capacidad de ejercer la guarda y custodia de sus hijos e hijas
La violencia de género es una de las grandes lacras que afectan de manera particular a las mujeres con discapacidad. "Primero, nosotras defendemos que se hable de violencia hacia las mujeres, no solo la de género, que es la de la pareja o expareja. En nuestro caso hay mucha violencia en el entorno familiar, social o institucional. Es preciso indicar que hay muchas mujeres que no saben ni que son víctimas de violencia; es lo que han vivido siempre y no saben en qué situación se encuentran. Por tener una discapacidad se nos ve como mercancía defectuosa y, por tanto, susceptibles de sufrir mayor violencia machista. Los agresores abusan de la situación de la mujer con discapacidad, bien porque se depende del agresor, también porque no se entiende la situación que se está viviendo y, por tanto, son un claro ejemplo de control sobre una vida que ellos consideran menos valiosa", denuncia Valencia.
"Para garantizar una mayor protección a las mujeres con discapacidad víctimas de violencia, primero todos los recursos y servicios deben ser accesibles universalmente. No hablamos solo de la accesibilidad física, sino también de la comunicación, cognitiva, etc. Por supuesto, es importantísima la formación a los y las profesionales que trabajan con mujeres víctimas de violencia. No se nos puede revictimizar porque se dude de nuestros testimonios. Cada mujer con discapacidad nos expresamos a nuestra manera, y los y las profesionales tienen que estar formados para conocerlo. Como he dicho antes, lo que no se ve no existe, y por eso las entidades de mujeres con discapacidad pedimos que haya una macro encuesta de violencia hacia las mujeres con discapacidad. Hay que saber la situación en la que se está para poder actuar y tomar medidas en consecuencia".
Por su parte, Isabel Toro, trabajadora social de Amanixer, asociación aragonesa perteneciente a CEMUDIS, resalta la importancia de la formación y la toma de conciencia en materia de igualdad de género. "Es necesario abordar tanto lo colectivo como lo individual para cambiar la mirada hacia las mujeres con discapacidad", explica. En Amanixer, se trabaja el empoderamiento de las mujeres desde ámbitos como la salud sexual y reproductiva, el empleo, el ocio y la participación social.
Promovemos el derecho al placer de las mujeres con discapacidad mediante talleres que abordan temas como la menopausia, la menstruación, el suelo pélvico y la sexualidad sana | Isabel Toro
Toro también subraya la necesidad de fomentar la participación de las jóvenes con discapacidad en el tejido asociativo. "Para las jóvenes con discapacidad, en ocasiones es complicado dar el paso a participar en el tejido asociativo, por eso tenemos actividades en las que se trabaja el empoderamiento y la autonomía a través de cuestiones lúdicas, como puede ser el teatro o la literatura". Además, destaca que la violencia es un factor constante que afecta a muchas mujeres con discapacidad: "Siguiendo el estudio de CEMUDIS realizado en 2021 sobre la situación social y laboral de las mujeres con discapacidad, un 27 % de las encuestadas afirmó que había vivido algún tipo de violencia, y los datos enfatizan que es un porcentaje que se mantiene más o menos estable desde las jóvenes de 16 años hasta las mayores de 65 años". En Amanixer, observan formas de violencia frecuentes, como la psicológica, económica y física, que atraviesan y condicionan sus vidas.
En relación con las mujeres jóvenes con discapacidad, Toro destaca un factor con alto grado de influencia: "La dependencia económica, emocional y/o física de sus cuidadores o familiares. Estos mismos cuidadores, en muchos casos, son quienes ejercen la violencia, lo que dificulta enormemente que ellas puedan desvincularse y enfrentarse a esta situación. Otro factor es la falta de empoderamiento y de herramientas para enfrentar la violencia y activar los mecanismos de denuncia. Las jóvenes con discapacidad suelen carecer de recursos, y sus redes de apoyo mutuo pueden ser limitadas, lo que dificulta aún más la posibilidad de denunciar ante autoridades o asociaciones la situación de abuso que sufren". Además, menciona el aumento de la violencia digital, especialmente entre las mujeres jóvenes, debido al desconocimiento sobre la correcta utilización de dispositivos y los peligros en la red.
Desde una perspectiva de igualdad, Sergio Díaz Muñoz, técnico de igualdad en CEMUDIS, señala que aunque la perspectiva de género ha comenzado a instaurarse en las políticas públicas, "aún nos queda un largo camino por recorrer". Las mujeres con discapacidad continúan enfrentándose a una mayor brecha salarial y digital, así como a la falta de protección en procesos administrativos y de búsqueda de empleo. "La brecha salarial y digital es evidente; a menudo nos encontramos con situaciones en las cuales las mujeres con discapacidad no se sienten protegidas ni amparadas en procesos administrativos de búsqueda de empleo o en el acceso a recursos básicos", añade.
Es necesario reforzar las políticas públicas desde una perspectiva interseccional de género y discapacidad que ofrezca una mayor garantía de inclusión social para las mujeres con discapacidad en todos los ámbitos", subraya Díaz Muñoz
Díaz Muñoz también destaca el trabajo de investigación social que realiza CEMUDIS: "Trabajamos desde hace años en el plano de la investigación social sobre las diversas problemáticas que las mujeres y niñas con discapacidad encuentran, no solo en su vida cotidiana, sino también en el ámbito sociosanitario y laboral, además de los distintos tipos de violencia machista que pueden estar viviendo en su día a día. Estas investigaciones han dado lugar a diversos estudios e informes que muestran las problemáticas reales para las mujeres con discapacidad". Además, aboga por una mayor inversión pública y el refuerzo de las entidades sin ánimo de lucro para mejorar el bienestar de las mujeres con discapacidad y garantizar su autonomía económica.
A pesar de los obstáculos, CEMUDIS sigue impulsando proyectos innovadores para mejorar la calidad de vida de las mujeres con discapacidad. Actualmente, la entidad está organizando unas jornadas sobre salud sexual y reproductiva, un espacio en el que se compartirán ideas y se fortalecerán vínculos dentro de la comunidad. "Estas jornadas serán un espacio donde aprender, compartir ideas y fortalecer vínculos en nuestra comunidad", afirma Valencia. Las jornadas, que se celebrarán los días 29 y 30 de octubre de 2024 en Madrid, incluirán una mesa redonda sobre sexualidad afectiva y mujeres con discapacidad, así como la presentación de un Catálogo de Recursos para la Protección de los Derechos Humanos de las mujeres y niñas con discapacidad. "Lo más importante es que se nos va viendo, se cuenta con las mujeres con discapacidad", enfatiza Valencia. Con una firme voluntad política y social, el camino hacia la igualdad efectiva se está recorriendo, pero es imprescindible no bajar la guardia.
CEMUDIS también ha trabajado en coordinación con entidades confederadas confederadas localizadas en distintos territorios del país para abordar los proyectos tanto a escala local, provincial o autonómica como nacional. "Trabajamos en coordinación con las entidades confederadas a través de personal técnico propio acogido por estas entidades para abordar los proyectos", explica Díaz Muñoz. Esta labor ha sido esencial para garantizar una actuación efectiva y cercana a las necesidades de las mujeres con discapacidad en todo el territorio.
En el ámbito de la justicia, las mujeres con discapacidad enfrentan numerosos obstáculos. "Nos encontramos con barreras físicas, pero también con muchas barreras de comunicación para que la justicia sea accesible. La accesibilidad universal nos favorece a toda la sociedad", menciona Valencia.
La manera de mejorar es que haya voluntad política de que la justicia tenga los recursos necesarios para que sea accesible y que haya formación suficiente a todos los y las profesionales del entorno jurídico | Valencia, presidenta de CEMUDIS
Desde Amanixer, Toro también resalta la necesidad de que la información sobre recursos sea accesible. "El acceso de las mujeres con discapacidad a recursos y servicios está influenciado por una combinación de barreras físicas, económicas, sociales y comunicativas. Es crucial que los servicios de apoyo y justicia estén diseñados de manera inclusiva, considerando las necesidades específicas de las mujeres con discapacidad para garantizar que puedan acceder plenamente a sus derechos". Además, menciona que la falta de formación y sensibilización de los profesionales sobre la realidad de las mujeres con discapacidad constituye una barrera significativa que se debe superar.
Como resumen de la situación, Sergio Díaz Muñoz destaca: "El trabajo que hacemos desde las entidades de mujeres con discapacidad tiene que ir acompañado de un cambio comunitario que observe las distintas barreras que la sociedad impone a estas mujeres y se plantee qué podemos hacer entre todas y todos para crear espacios realmente inclusivos, igualitarios y accesibles", precisa.
CEMUDIS, con su trabajo incesante y sus proyectos, se mantiene en la primera línea del activismo por los derechos de las mujeres con discapacidad. La lucha por la igualdad, el reconocimiento y la visibilidad continúa, y cada paso dado por la Confederación es un avance hacia una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas.