La Comisión de la Mujer del Comité Autonómico de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad en Castilla y León (Cermi Castilla y León), en colaboración con la Dirección General de la Mujer de la Junta, puso en marcha la campaña ‘También soy mujer’, con motivo de la celebración del 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. El objetivo es visibilizar, concienciar y luchar contra la violencia de género ejercida sobre las mujeres con discapacidad y exigir que su realidad deje de ser invisible por la sociedad, según indicó en un comunicado recogido por Ical.
A través de la campaña, la entidad denuncia la situación que “viven muchas mujeres con discapacidad, sentando frente a frente a una mujer con discapacidad y otra mujer sin discapacidad para que escuchen las situaciones a las que se enfrentan ante la violencia de género”.
A esta campaña se suman otras acciones puestas en marcha estos últimos meses a través de la Comisión de la Mujer del Cermi Castilla y León, junto con la Dirección General de la Mujer, como la celebración de las jornadas ‘Mujer Discapacidad y Medio Rural’ y la formación ‘Corresponsabilidad e Igualdad’. El Cermi también colaborará en la manifestación que se celebrará esta tarde en Valladolid, donde aportará un servicio de interpretación de lengua de signos.
Además, se unen al manifiesto de la Fundación Cermi Mujeres, que este año lleva el lema ‘Por un futuro libre de violencia contra todas las mujeres y niñas’, en el que se denuncia las formas de explotación, violencia y abuso que de manera particularmente grave sufren las mujeres y niñas con discapacidad, que “muchas veces se ve obstaculizada por una visión paternalista y capacitista, todavía muy presente, y por la existencia de estereotipos discriminatorios, que aumentan el riesgo de sufrir violencia de género y que visibilizan la incapacidad de la sociedad y de las instituciones de garantizar el respeto a los derechos humanos y a la dignidad que les es inherente”.
De hecho, una macroencuesta de violencia contra la mujer, publicada por la Delegación del Gobierno en 2019, refleja que un 14,8 por ciento de las mujeres con discapacidad acreditada igual o superior al 33 por ciento “han sufrido violencia de alguna pareja a lo largo de su vida, frente al 8,9 por ciento de las mujeres sin discapacidad”.
Asimismo, un 17,5 por ciento de las mujeres con discapacidad que han sufrido violencia sexual de alguna pareja o expareja afirma que su discapacidad es consecuencia de la violencia de sus parejas, un porcentaje que ascienden al 23,4 por ciento en los casos de las mujeres con discapacidad que han sufrido violencia física o sexual.
Por ello, Cermi cree que este 25 de noviembre las mujeres con discapacidad “elevan su denuncia para exigir la implantación de un mecanismo específico de protección y la vigilancia para que su atención se haga siempre desde los programas y servicios especializados en esta materia, con el asesoramiento y apoyo necesarios”.
También piden que se desarrolle una auditoría inmediata de accesibilidad a nivel estatal, regional y provincial de los centros y servicios de atención a mujeres víctimas de violencia de género, de los juzgados especializados y de las campañas y materiales informativos de sensibilización.
Otra de sus exigencias es la garantía plena de accesibilidad de un centro de referencia para la violencia sexual y de un hogar de acogida para las víctimas de violencia de género en cada provincia que satisfagan sus necesidades específicas, y la vigilancia para que la violencia ejercida contra ellas no se remita por defecto ni apelando a su interés superior a ningún tipo de procedimiento alternativo de arreglo de controversias, como la mediación y la conciliación.