Naciones Unidas ha detectado diferentes formas de ciberviolencia entre las que cabe destacar el acoso en línea, agravio público, el deseo de infligir daño físico, ataques sexuales, asesinatos y suicidios inducidos.
El diagnóstico de situación que ofrece el informe señala que un 73% de las mujeres ha estado expuesto o ha experimentado algún tipo de violencia en línea. Además son las mujeres de entre 18 y 24 años las que presentan un gran riesgo de ser objeto de persecución y acoso sexual, además de amenazas físicas. Se estima que en la Europa de los 28 son ya nueve millones las mujeres que han sufrido violencia en línea a edades tempranas.
Además hay que tener presente que una de cada cinco usuarias de Internet vive en países donde es muy poco probable que se castigue el acoso y abuso de las mujeres en línea y donde las denuncias de este tipo de delitos tienen repercusiones sociales muy negativas.
En respuesta a esta situación el mismo informe propone una serie de medidas encaminadas a prevenir, abordar y sancionar estas situaciones a través de programas de sensibilización y prevención de la ciberviolencia, que incluyan acciones de formación, de desarrollo comunitario y campañas públicas que permitan promover cambios de las actitudes y los comportamientos sociales.
Asimismo, se propone establecer una serie de salvaguardias, para supervisar y mantener una infraestructura de Internet responsable, y contar con prácticas de atención a las personas usuarias bien fundadas. Finalmente Naciones Unidas recomienda establecer sanciones que disuadan a las personas infractoras de cometer esos delitos.
El informe no hace alusión a la situación específica de las mujeres y niñas con discapacidad en este ámbito.
Accede al vídeo explicativo del informe en español (con subtítulos en inglés).