Laura Sánchez: «Si luchas por tu meta y cuentas con los apoyos adecuados, todo es posible»

Laura Sánchez: activista y jefa de sección en la Subdirección General de Diálogo Civil en la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad. 

Imagen de Laura Sánchez Laura Sánchez en el acto de celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad el pasado 3 de diciembre
Imagen de Laura Sánchez Laura Sánchez en el acto de celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad el pasado 3 de diciembre

Acceder al empleo público es un reto para cualquier persona, pero para aquellas con discapacidad puede implicar desafíos adicionales. Sin embargo, Laura Sánchez prueba que, con determinación y los apoyos adecuados, es posible vencer los obstáculos. Con 32 años y una discapacidad del 95 % causada por artrogriposis múltiple congénita, ha logrado convertirse en funcionaria tras aprobar una oposición al Cuerpo de Gestión de la Administración del Estado.

Su historia es especialmente inspiradora porque, además de compaginar el estudio con el trabajo, tuvo que enfrentarse a la oposición con adaptaciones específicas. Laura Sánchez escribe con la boca, por lo que necesitó asistencia para pasar las páginas del examen y tiempo extra para completar la prueba. A pesar del enorme esfuerzo físico que supuso, logró una de las mejores calificaciones en su promoción, quedando entre los primeros puestos de su categoría. Quedó en el puesto 41 de entre casi 20000 aspirantes. Y dentro del cupo de discapacidad, la número dos.

Antes que nada, enhorabuena Laura, ¿Cómo fue enfrentarse al examen de oposición?

El examen fue muy largo y exigente. Como escribo con la boca, me concedieron el doble de tiempo respecto al estipulado para el resto de los aspirantes. En total, estuve escribiendo casi todo el día, con pequeños descansos para relajar el cuello y poder seguir. Fue un esfuerzo enorme, terminé agotada, pero salí contenta porque sabía que lo había hecho bien.

¿Qué ha estudiado y en qué momento decide opositar?

Estudié Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la universidad y después hice varios másteres relacionados con el ámbito de la discapacidad.

Decidí opositar en 2019, justo después de casarme. Tras la boda y el viaje, sentí que era el momento de hacer un cambio en mi vida. Quería un trabajo más estable y vinculado a la discapacidad, así que empecé a informarme sobre oposiciones. Vi que la Administración del Estado era una buena opción y me apunté a una academia. Lo compaginé con mi trabajo, por lo que el proceso fue más largo, pero al final valió la pena.

"El cupo para las personas con discapacidad no es un privilegio, sino una medida para asegurar que estas personas podamos competir en igualdad de condiciones"

¿Cree que hay mitos o ideas preconcebidas sobre los "beneficios" del cupo para las personas con discapacidad?

Absolutamente, pero el cupo de reserva para personas con discapacidad en las oposiciones es un mecanismo para garantizar la igualdad de oportunidades. No significa que nos den ventajas ni que el examen sea más fácil, como algunos creen. El temario, las pruebas y los criterios de evaluación son los mismos para todas las personas opositoras. La única diferencia es que hay un porcentaje de plazas reservadas para personas con discapacidad y que se nos pueden conceder adaptaciones en la realización del examen, como en mi caso, más tiempo y asistencia para pasar las páginas.

En las oposiciones del Cuerpo de Gestión de la Administración del Estado, el 7 % de las plazas están reservadas para personas con discapacidad, y dentro de ese porcentaje, un 2 % está destinado específicamente a personas con discapacidad intelectual.

Este cupo no es un privilegio, sino una medida para asegurar que las personas con discapacidad podamos competir en igualdad de condiciones. Sin estas adaptaciones, muchas de nosotras estaríamos en desventaja, no por falta de capacidad, sino por barreras que nada tienen que ver con nuestro conocimiento o preparación.

¿En qué consiste su trabajo en Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad?

Actualmente soy jefa de sección en la Subdirección General de Diálogo Civil, dentro de la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad. Mi trabajo está muy vinculado al ámbito de la discapacidad, que es lo que siempre he querido.

Entre mis funciones, colaboro con el Consejo de Protectorado de la ONCE, el Consejo Nacional de la Discapacidad y la Oficina de Atención a la Discapacidad. Me encargo de temas relacionados con el diálogo civil, es decir, la relación entre la Administración y las entidades del movimiento asociativo de la discapacidad. También participo en iniciativas para mejorar la inclusión y garantizar los derechos de las personas con discapacidad.

En cuanto a la acogida, la verdad es que me han recibido muy bien. Mis compañeros y compañeras han sido muy cercanos y comprensivos con mis necesidades. Desde el principio, han mostrado una gran disposición para asegurar que mi puesto de trabajo estuviera adaptado y accesible. Además, estoy en un entorno donde la discapacidad no es un tema ajeno, sino una prioridad, lo que hace que todo sea mucho más fácil. Me siento valorada y parte del equipo desde el primer momento.

Pero además, es una mujer con discapacidad y activista. ¿Cómo comenzó su militancia?

Empezó cuando trabajaba en la Plataforma del Tercer Sector. Allí vi ejemplos y me contactó la  presidenta de la Asociación de Artrogriposis de España. Me animé a colaborar porque creo que es fundamental que defendamos nuestros derechos. Como funcionaria, tuve que dejar mi cargo en la asociación, pero sigo colaborando en lo que puedo, como esta entrevista o participando en actos.

"El asistente personal es clave para que las personas con discapacidad podamos tener una vida independiente y autónoma"

Casada, con su plaza de funcionarias, con una vida plena y autónoma. ¿Cómo lo percibe el entorno? 

A la gente le parece extraordinario que tenga una vida normal, pero es lo que debería ser normal. Trabajo, estoy casada, tengo mi vida, sí. Lo raro es que haya personas institucionalizadas, que no tengan derechos básicos, que no puedan estudiar o trabajar.

¿Qué papel ha jugado su familia en tu trayectoria y contar con asistente personal?

Mis padres siempre me inculcaron que tenía que estudiar y hacer lo mismo que los demás. Luego, la asistencia personal me permitió independizarme, trabajar y estudiar sin depender de ellos. Sin asistencia personal, todo habría sido mucho más difícil.

El asistente personal es clave para que las personas con discapacidad podamos tener una vida independiente y autónoma. Para mí, ha sido fundamental en muchos aspectos: me ha permitido estudiar, trabajar y vivir de forma independiente, sin depender de mi familia o de mi pareja para todo.

Gracias a la asistencia personal, pude conciliar el estudio con el trabajo cuando preparaba la oposición. Sin este apoyo, habría sido prácticamente imposible porque habría tenido que depender completamente de los horarios de mi marido o de mis padres.

Pero no solo es importante en mi caso. Todas las personas con discapacidad deberían tener garantizado este derecho. Sin asistencia personal, muchas personas no pueden ni salir de casa, ni estudiar, ni trabajar, ni desarrollar su vida en igualdad de condiciones. Lo preocupante es que en España es muy difícil acceder a este servicio, cuando en realidad se ha demostrado que es más económico proporcionar asistencia personal que mantener a una persona en una residencia.

Por eso, siempre insisto en que la asistencia personal debería ser una prioridad en las políticas de discapacidad. No queremos que nos den las cosas hechas, queremos poder hacerlas por nosotros mismos con los apoyos adecuados.

Su historia es sin duda inspiradora, ¿Cómo cree que puede ayudar a que otras personas con discapacidad puedan una vida plena?

Creo que mi historia puede servir para demostrar que tener una discapacidad no tiene por qué ser un obstáculo insalvable para alcanzar nuestras metas. Es cierto que encontramos más barreras que el resto, pero con los apoyos adecuados, determinación y esfuerzo, se pueden superar.

Si con mi experiencia logro animar a otras personas con discapacidad a opositar, a estudiar, a buscar independencia y a no conformarse con los límites que la sociedad impone, ya habrá valido la pena. Muchas veces se nos educa en la idea de que, si tienes una discapacidad, te quedas en casa y cobras una pensión. Pero hay otras opciones, hay otro camino.

No digo que sea fácil. Opositar fue muy duro, me exigió mucho esfuerzo físico y mental, pero la recompensa ha sido enorme. Hoy tengo un trabajo estable, hago lo que me gusta y puedo seguir luchando por los derechos de las personas con discapacidad desde dentro de la Administración.

El mensaje que me gustaría dejar es que no debemos tener miedo a intentarlo. Si nos caemos, nos levantamos. Si hay barreras, las superamos o luchamos para que desaparezcan. Tenemos derecho a una vida plena, a estudiar, a trabajar, a formar una familia si lo deseamos, a salir, a viajar... a vivir como cualquier otra persona. La clave está en que creamos en nosotros mismos y en nuestras capacidades.

"Que hay que dejar atrás la idea de "tienes discapacidad, te quedas en casa y cobras una pensión". Yo prefiero 1 000 veces trabajar y tener mi sueldo."

Además obtuvo una excelente puntación en la oposición de entre casi 20 000 aspirantes

Sí, la verdad es que estoy muy orgullosa de mi resultado. En la oposición para el Cuerpo de Gestión de la Administración del Estado, quedé en el puesto 41 de entre casi 20 000 aspirantes. Y dentro del cupo de discapacidad, fui la número dos.

Además, creo que mi resultado ayuda a desmontar el mito de que el cupo de discapacidad "regala plazas". Nada más lejos de la realidad. Nos examinamos del mismo temario, con las mismas exigencias como te dije. La única diferencia es que tenemos adaptaciones para que la prueba sea justa. En mi caso, más tiempo y asistencia para pasar las páginas, pero el contenido y la dificultad eran exactamente los mismos.

¿Dónde cree que se debe poner el foco para mejorar la inclusión de las personas con discapacidad?

Sin duda, en la asistencia personal, que debería garantizarse para todas las personas con discapacidad. Y en la educación inclusiva desde la infancia, porque si se educa en diversidad desde pequeños, luego de adultos no ven raro que una persona con discapacidad trabaje o tenga una vida plena.

"La verdadera inclusión llegará cuando nuestras oportunidades sean las mismas que las del resto"

Me decía que la inclusión real solo será posible cuando deje de percibirse como una excepción. ¿Cómo se desarrolla ese concepto?

Creo firmemente que la inclusión real solo será posible cuando deje de percibirse como una excepción y se convierta en algo natural y cotidiano. Ahora mismo, cuando una persona con discapacidad accede a un empleo público, se independiza o tiene una vida plena, todavía hay quienes lo ven como algo extraordinario, cuando en realidad debería ser lo normal.

Si una persona sin discapacidad aprueba una oposición, se considera fruto de su esfuerzo y preparación. Pero si la aprueba alguien con discapacidad, muchas veces se nos trata como un caso especial, como si hubiera habido algún tipo de ayuda extra, cuando las exigencias son las mismas para todos.

La verdadera inclusión llegará cuando no tengamos que estar justificando constantemente nuestras capacidades y cuando nuestras oportunidades sean las mismas que las del resto. Para ello, es fundamental que las personas con discapacidad tengamos presencia en todos los ámbitos de la sociedad: en el empleo, en la educación, en el ocio, en los medios de comunicación... y que no sea noticia cada vez que alguien logra algo.

El objetivo es que, dentro de unos años, nadie se sorprenda porque una persona con discapacidad accede al empleo público, se independiza o tiene una familia. Eso será el verdadero éxito de la inclusión.

En muchas ocasiones ha mencionado la importancia de la visibilidad. ¿Cómo cree que se puede mejorar?

Dándonos voz, mostrando nuestras historias en todos los espacios, no solo en los específicos de discapacidad. La inclusión real será cuando no tengamos que seguir reclamando nuestros derechos constantemente.

Y solo quiero decir, quien quiera opositar o alcanzar cualquier meta, lo haga sin miedo. Con los apoyos adecuados, todo es posible. Es un esfuerzo grande, pero la recompensa merece la pena.

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