El pasado viernes 21 de marzo, tuvo lugar la Conferencia Internacional sobre cómo combatir la violencia contra las mujeres y niñas con discapacidad, en el Hotel ILUNION Pío XII de Madrid. Una cita impulsada por CERMI y la Fundación CERMI Mujeres en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Inauguraron la jornada María Rosa Martínez Rodríguez, secretaria de Estado de Derechos Sociales; Aína Calvo, secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género; Margarita Guerrero Calderón, directora general del Injuve; Concepción Díaz, presidenta de la Fundación CERMI Mujeres y, como conductora de la apertura, Blanca San Segundo Madoz, representante de Down España y patrona de la Fundación CERMI Mujeres.
La conferencia marco Cómo combatir la violencia contra las mujeres y niñas con discapacidad corrió a cargo de Ana Peláez Narváez, vicepresidenta Ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres y expresidenta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas.
Elena Briongos Rica, secretaria general de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, presidenta de la Federación Salud Mental Castilla y León, y patrona de la Fundación CERMI Mujeres, intervino en la primera mesa La prevención y protección de las mujeres y niñas con discapacidad contra la violencia, tanto en el hogar como fuera de él, coordinada por Mari Luz Sanz Escudero, presidenta del CERMI Navarra y patrona de Fundación CERMI Mujeres.
Junto a ella, aportaron sus respectivas visiones Jesús Martín Blanco, director general de Derechos de las Personas con Discapacidad; Jorge Cardona, exmiembro del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas; Carmen Laucirica, presidenta de Plena Inclusión; y Cristina Amich Elías, Letrada del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial.

«Estamos en el camino correcto»
“Como sociedad, hasta ahora hay muchas cosas que no hemos hecho bien, pero yo, como activista y persona con un problema de salud mental desde los 18 años, quiero reflejar que estamos en el camino correcto. Estamos llegando a sitios donde era impensable que pudiéramos llegar». Así de contundente arracó Elena Briongos Rica su intervención, poniendo en valor los avances logrados en materia de derechos a lo largo de los últimos años -bajo la necesidad de ajustar la legislación española a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad-, pero recordando que “nadie nos ha regalado nada” y que estas conquistas sociales vienen sostenidas por el trabajo de reivindicación de la sociedad civil organizada, “con especial impulso de CERMI y la Fundación CERMI Mujeres”.
La prohibición de la esterilización forzada o no consentida de las mujeres con discapacidad a finales de 2020; la reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, en 2021; o la reforma del Artículo 49 de la Constitución Española, hace poco más de un año, que desterró el término “disminuido” de la Carta Magna para sustituirlo por el de “personas con discapacidad”, e incorporó, además, una mención a las necesidades específicas de las mujeres y las y los menores con discapacidad, son algunos de estos logros.
La secretaria general de SALUD MENTAL ESPAÑA denunció el ciclo de violencias al que están expuestas las mujeres y niñas con discapacidad, y señaló la “relación perversa” que se da, ya que la discapacidad conlleva vulnerabilidad a sufrir violencia y la violencia puede generar una discapacidad psicosocial por el sufrimiento y trauma que implica.
Agresiones sexuales, violencia física y psicológica, negación de la capacidad de decidir, sobreprotección, minusvaloración y estigma de la familia, cargas familiares y rol de cuidadoras, dependencia emocional y relacional con la familia, violencia simbólica, discriminaciones múltiples (acceso a una vivienda digna, recursos de salud, empleo, formación, educación, participación en la vida pública, etc.), ponen en jaque el bienestar de mujeres y niñas con discapacidad, y propician su estancamiento laboral y personal.
Para hacer frente a estas formas de violencia, Briongos consideró fundamental un abordaje desde “múltiples visiones” y “resembrar una y otra vez los frutos del movimiento feminista, que históricamente ha sido capaz de transformar sociedades y poner en cuestión las desigualdades estructurales”. También pidió apoyos, recursos y formación a las familias de las mujeres y niñas con discapacidad.

La situación de las mujeres con problemas de salud mental
Según el informe ‘La situación de la salud mental en España’, publicado por la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA y la Fundación Mutua Madrileña en 2023, un 61,3% de las personas que han sufrido problemas de salud mental son mujeres, frente al 38,3% de hombres. Las mujeres tienen, además, una probabilidad superior de consumir psicofármacos que los hombres.
Las formas de violencia que sufren las mujeres con problemas de salud mental se perciben, en la parte visible del iceberg, como efectos secundarios de la medicación, violencia de género en la pareja o expareja… “En la cara oculta, encontramos el sesgo de género y la misoginia en la Psiquiatría, la patologización del malestar, la sobremedicación, las agresiones sexuales en la infancia, la violencia sufrida por las instituciones o la violencia sexual sufrida por parte de profesionales”, añadió Briongos.
Precisamente, algunas de las violencias más flagrantes que viven las mujeres y niñas con discapacidad psicosocial se dan en la atención a la salud mental. Así, son frecuentes las contenciones físicas y sujeciones mecánicas, el aislamiento, los chantajes y las amenazas, la medicación forzosa, la falta de intimidad, la reclusión y un largo etcétera. En 2023, la Confederación presentó el ‘Informe sobre tratamientos e ingresos involuntarios en salud mental’, elaborado junto con el Instituto de Derechos Humanos Gregorio Peces-Barba de la Universidad Carlos III de Madrid, que urgía a humanizar la atención a la salud mental, tal y como establece la citada Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas.
Las reivindicaciones de SALUD MENTAL ESPAÑA
Entre las principales demandas del movimiento asociativo referentes a la prevención, detección, abordaje y reparación de la violencia machista en niñas y mujeres con discapacidad psicosocial, Briongos subrayó las siguientes:
- Erradicar la coerción en los tratamientos de la salud mental y tender a las cero contenciones. En su lugar, SALUD MENTAL ESPAÑA aboga por la atención sociosanitaria integral y comunitaria con enfoque de derechos y perspectiva de género.
- Como estrategia preventiva fundamental en salud mental, es necesaria una educación no sexista centrada en la autonomía, la inclusión, la corresponsabilidad y los cuidados.
- La consolidación profesional de la figura de la asistencia personal experta en género y salud mental.
- Garantizar la accesibilidad universal en todos los servicios públicos, además de en otros dispositivos específicos de protección, como los destinados a mujeres víctimas de violencia machista.
- Establecer mecanismos de acogida y reagrupación familiar en situaciones de crisis y/o violencia.
- Implantar protocolos específicos en los servicios salud mental para la detección y el tratamiento de situaciones de violencia.
- La preservación de los derechos y autonomía de las mujeres y niñas con problemas de salud mental en todos los ámbitos, prestando especial atención a las situaciones de crisis, institucionalización, violencia o en cualquier otra en la que esté en riesgo su capacidad jurídica.
- Promover servicios públicos de información, orientación y acompañamiento con perspectiva de género acerca de la maternidad. Y, si es necesario, de planificación familiar para apoyar a las mujeres en el proceso de toma de decisiones en condiciones de igualdad y libertad.
Buenas prácticas y lecciones aprendidas
El movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA, al que impregna una sólida perspectiva de género, cuenta con múltiples experiencias enfocadas en mejorar el bienestar de las mujeres con discapacidad psicosocial. La secretaria general de la Confederación y presidenta de la Federación Salud Mental Castilla y León destacó algunas de ellas:
- La creación, en 2018, de la Red Estatal de Mujeres SALUD MENTAL ESPAÑA, una plataforma de actuación formada por mujeres con experiencia propia en salud mental, representantes de las entidades de todos los territorios pertenecientes al movimiento asociativo de la Confederación, para expresar sus reivindicaciones y trabajar por ellas, actualmente integrada por 26 mujeres. En paralelo, se han ido creando numerosas redes regionales de mujeres en todo el Estado que fomentan los lazos de apoyo y la reivindicación.
- El proyecto ‘HUB GENERA, FAENANDO FUTURO, redes para el emprendimiento de mujeres rurales con discapacidad psicosocial y problemas de salud mental’. Una iniciativa que desarrolla la Confederación con financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, en su convocatoria 0,7. Las mujeres con experiencia propia participantes desarrollan redes de aliadas, reciben formación y sensibilización para el empleo y autoempleo, y participan con sus experiencias a través de la web del proyecto, elaborando el Podcast “Relatoras de Futuros”, y como protagonistas del corto documental “Relatoras de vidas”, que se ha proyectado ya en distintos puntos de España.
- El ‘Proyecto JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental’, desarrollado por la Federación Salud Mental Castilla y León desde 2018, dirigido a mujeres rurales con problemas de salud mental o malestares psíquicos, con el que se contribuye a reducir el aislamiento social y se fomentan las redes de apoyo que actúan como factores protectores frente a los problemas de salud mental y violencia de género.
- El Programa GEA: Estudio sobre la gestión del empoderamiento y la accesibilidad en derechos de las mujeres y niñas con problemas de salud mental en España, que cuenta con financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 con cargo al 0,7, y verá la luz a lo largo de 2025. La investigación incorpora las visiones de las propias mujeres, adolescentes y niñas con problemas de salud mental, sus familiares, los equipos profesionales que intervienen con ellas y otras personas clave. Como conclusiones, Briongos adelantó que se identifica “una clara vulneración en cuanto al nivel de aplicación de los derechos sociales de las mujeres, adolescentes y niñas con problemas de salud mental (el derecho a la dignidad, el derecho a la salud, los derechos sexuales y reproductivos, la conciliación…)” y queda patente la falta de concienciación de los diferentes agentes implicados a nivel estatal y público.
- Las campañas de sensibilización de SALUD MENTAL ESPAÑA, que incorporan siempre una perspectiva interseccional. Briongos destacó los esfuerzos de la Confederación por “informar, educar y concienciar a la sociedad en su conjunto sobre la realidad de las personas más vulnerables y colectivos invisibilizados”. Las campañas del Día Internacional de la Mujer y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer son un claro ejemplo. La última de ellas, la del 8M, visibilizó el daño que causa el edadismo en la salud mental de las mujeres, especialmente de las mayores, y reivindicó sus capacidades y el derecho a vivir libres de opresiones machistas.
- Con un fragmento del texto reivindicativo ‘Homenaje a las maestras de la edad’, elaborado por el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres de SALUD MENTAL ESPAÑA, Elena Briongos puso el broche final a su intervención. Asimismo, apeló a las personas, instituciones y organizaciones sociales a las que llegue este mensaje a avanzar con medidas concretas y efectivas para eliminar la violencia que tanto merma la calidad de vida de mujeres y niñas con discapacidad. “Cada paso que damos merece la pena”, puntualizó.
Representantes de la Administración del Estado, diferentes fundaciones y entidades sociales prosiguieron la jornada y abordaron, en distintos espacios, retos y necesidades como 1) La detección, investigación y enjuiciamiento de casos de violencia contra mujeres y niñas con discapacidad; 2) La recuperación, rehabilitación y reintegración social de las víctimas; y 3) Las lecciones aprendidas y retos de futuro.