Opinión

Incluídas y participativas

Blanca San Segundo

Hace ya mucho tiempo que pienso que las personas con discapacidad, sobre todo intelectual, (y más las mujeres con discapacidad), hemos dado muchos pasos y hemos hecho muchas cosas para incluirnos en la sociedad y ser consideradas como personas con todos sus derechos y deberes, como unas ciudadanas más. Ha sido y es una lucha constante defendiendo nuestros derechos, pero creo que todavía queda mucho por hacer y que, por parte de la sociedad, en general, falta mucha empatía y solidaridad con nosotras.

Creo que se han dado pasos muy importantes en la inclusión escolar, en el empleo Inclusivo en empresas normalizadas, en el ocio y la vida independiente, en la participación social… Pero muchas veces me sorprenden todavía posturas de la sociedad a favor de que los niños con discapacidad acudan a centros educativos especiales, como lo más normal del mundo. O que, de mayores, acudan a Centros Ocupacionales donde solo se relacionan con otras personas con discapacidad. Es decir, en ese intento de separarnos continuamente del resto de la sociedad. No lo acabo de entender.

Quiero hacer la siguiente reflexión: es verdad que las personas con discapacidad (y sobre todo intelectual), tienden a reunirse con grupos de amigos o compañeros que tienen la misma discapacidad, pero creo que principalmente lo hacen porque es en esos grupos donde se sienten aceptados y también porque la sociedad en general no les pone fácil tener grupos de amigos sin discapacidad. Porque no les aceptan tal como son y les cuesta mucho que formen parte de esos grupos de amigos, pandillas, etc.

Hace poco en una charla que di, pregunté a los asistentes ¿Cuántos de vosotros tenéis en vuestra pandilla de amigos una persona con discapacidad? Y nadie me respondió.

Estas últimas semanas he visto por televisión las noticias de las convenciones de varios partidos políticos de nuestro país y me ha sorprendido no ver prácticamente a ninguna persona con discapacidad entre el público de militantes y por supuesto tampoco entre los miembros de las ejecutivas, dirigentes, etc. Me parece importante que las personas con discapacidad hagan un esfuerzo, para poder participar también en esa inclusión social que es la política. Porque es a través de los partidos políticos, participando en ellos y aportando nuestras ideas y reflexiones como podremos ayudar a cambiar las leyes y las situaciones sociales que nos permitan una mayor inclusión social. Y también creo que los partidos deben abrirse más a las personas con discapacidad y favorecer que se puedan incluir en su militancia y aportar ideas y visiones del mundo que tenemos las personas con discapacidad.

Al final creo que lo que podemos aportar las personas con discapacidad (y más si somos personas con discapacidad intelectual) es esa visión distinta de hacer las cosas. Es hacerlo todo un poco más lento, sin prisas. Nosotros a veces necesitamos que se repitan las ideas, las cosas, pero eso es beneficioso para todos, porque así las cosas se meditan mejor y los resultados también serán mejores. Necesitamos que se nos dé tiempo y espacio, pero eso también es bueno para todos porque aprenderemos a tener paciencia y a aceptar a los demás y lo diversos que somos todos.

Como decía al principio las personas con discapacidad tenemos que seguir luchando por nuestros derechos y por nuestra inclusión social como hemos hecho hasta ahora y la sociedad en general tiene que dar un paso y aceptarnos como somos, valorar nuestras capacidades, que son muchas, e incluirnos como ciudadanos de pleno derecho, de una manera real y efectiva.