Al habla, webinarios CERMI Mujeres
Las mujeres con discapacidad tienen una cita semanal en una red virtual que se está convirtiendo en una fortaleza inesperada. La Fundación CERMI Mujeres ha organizado un ciclo de webinarios que trata de acompañar, pero sobre todo de dar voz, espacio y empoderar a cientos de mujeres con discapacidad confinadas en sus hogares. Desde finales de abril y durante tres meses, los miércoles convoca un foro virtual con distinta temática que está logrando una participación entusiasta y muy reveladora.
No está concebido como un foro de profesionales, sino como un foro social, porque tal y como insiste Caballero, se trata de una herramienta destinada a la mujer con discapacidad, una ventana abierta ante una necesidad de comunicación entre mujeres.
"Este es un espacio de encuentro entre todas", anunciaba Ana Peláez en el primer webinario de esta serie, animando a las mujeres con discapacidad a participar en el mismo. Y la respuesta ha sido contundente y ha sorprendido a las propias organizadoras, un gran equipo de mujeres que cada semana mantiene el espíritu de estos encuentros, a pesar de las dificultades del confinamiento y el reto que ha supuesto la difícil alianza entre tecnología y accesibilidad con herramientas poco conocidas hasta ahora.
“Es abrumador ver las inscripciones y la cantidad de mujeres que participan, el impacto que está teniendo este ciclo es una vía de aprendizaje muy interesante”. Cada webinario concentra a cerca de 200 mujeres, incluso se supera esa cifra en algunas ocasiones, como ocurría esta semana en el encuentro en torno a la violencia.
El resultado es muy satisfactorio hasta ahora, tal y como explica la coordinadora de CERMI Mujeres: “Estamos muy contentas y esta experiencia nos confirma la necesidad de trabajar con las mujeres de base, que son las protagonistas, y el poder que tienen las mujeres en el movimiento asociativo de la discapacidad, esto no lo mueve nadie dentro del movimiento, es muy especial, una movilización impresionante”.
Acompañamiento
Se han programado 13 webinarios a lo largo de 13 semanas, desde el 26 de abril, día en que se celebró el primer encuentro, hasta el 22 de julio, cuando tendrá lugar el último, con un broche final que se anuncia como “Lecciones aprendidas”.
La temática de estos encuentros tiene que ver con cuestiones que afectan a las mujeres y niñas con discapacidad, así como a las madres y cuidadoras, y se han elegido en función de las prioridades que la misma ONU mujeres señala a nivel internacional en la situación mundial de la pandemia, que también son las cuestiones básicas con las que trabaja la FCM (violencia, salud, educación, cuidados…), y otros temas más relacionados con el momento actual, como es la ‘desescalada’.
Violencia y tecnología
En sus intervenciones, Ana Peláez, ha denunciado ya en repetidas ocasiones que la población femenina con discapacidad sufre riesgos añadidos, además de otros elementos como la asunción de más tareas de cuidados, mayor exposición a la violencia y abusos, dificultades de acceso a los servicios sanitarios o la pérdida del empleo, entre otras cuestiones.
Y en el encuentro de esta semana, que versaba sobre ‘La violencia doméstica por razón de género y discapacidad durante el confinamiento’, también señalaba con gravedad que la violencia “quizás es el tema más preocupante en este confinamiento”. Una violencia que, como han constatado en FCM, actúa de manera diferente en este aislamiento, ya que disminuye la física, pero aumenta la psicológica, así como el control sobre la vida de estas mujeres, sobre su dinero, medicación... tal y como señalaba en el webinario Laura Seara, asesora legal de CERMI Mujeres, que habló de “insultos y humillaciones, además de causar un miedo atroz, añadido al sufrido con motivo de la pandemia”.
La tecnología ha favorecido en gran medida estos encuentros, a pesar de que las herramientas no resultan muy accesibles y la FCM ha tenido que trabajar duro para lograr que la palabra llegara a todas ellas, incluso en los casos en los que era necesario intérpretes para mujeres sordociegas. También ha sorprendido a CERMI Mujeres la acogida más allá de nuestras tierras, en países de Latinoamérica, como señala Isabel Caballero: “Han participado mujeres con discapacidad de Guatemala, El Salvador, Uruguay, Chile, Argentina…”, confirmando la increíble magia de conectarse y acompañar a mujeres confinadas a cientos y miles de kilómetros.