Entrevista

“La gran prioridad de mi mandato es trabajar para erradicar la pobreza de las personas con discapacidad en Portugal”


Ana Sofía Antúnes es la primera mujer ciega que accede al cargo de secretaria de estado para la inclusión de las personas con discapacidad en Portugal. Licenciada en Derecho y con solo treinta y cuatro años, su trayectoria profesional, antes de llegar a la política, se desarrolló entre el ejercicio de su profesión y el trabajo como activista en organizaciones sociales. Tuvimos la oportunidad de conversar con ella en la sede de Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza), donde su país está siendo considerado por el Comité para los Derechos de las personas con Discapacidad.
Ana Sofía Antúnes , secretaria de estado para la inclusión de las personas con discapacidad en Portugal
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Ana Sofía Antúnes , secretaria de estado para la inclusión de las personas con discapacidad en Portugal¿Cómo llega una mujer con discapacidad a un puesto de esta responsabilidad? 

 

En mi trayectoria he hecho las cosas de la manera más profesional posible, estudié derecho y he ejercido mi profesión de manera privada. Además, tengo también una trayectoria basada en la colaboración con organizaciones de la sociedad civil, donde por ejemplo, he presidido Associação dos Cegos e Amblíopes de Portugal (Acapo). Con esta experiencia variada, llegué al ayuntamiento de Lisboa para encargarme de asuntos relacionados con accesibilidad y las barreras arquitectónicas así como en materia de tráfico y gestión de la ciudad. Tuve de esta manera la oportunidad de que valoraran mi experiencia y me invitaran personalmente a formar parte del actual gobierno de Portugal.

 

¿Existe algún antecedente de un cargo de responsabilidad, como una secretaría de estado, haya sido ejercida por una persona con discapacidad?

 

No. Es la primera vez que una persona con discapacidad integra un gobierno en Portugal. También es la primera vez que tenemos a una persona electa, un hombre, en el Parlamento nacional, en este caso una persona con discapacidad física.  Y estos dos eventos han sucedido en el mismo año. 

 

¿De qué manera el gobierno, las instituciones públicas y la sociedad en su conjunto ha recibido su nombramiento como secretaria de estado?

 

Me han recibido con una mezcla y también afecto generalizado por parte de las personas. También me han recibido con gran esperanza, sobre todo las personas con discapacidad en general y sus familias. Es una gran responsabilidad porque es difícil gestionar las expectativas y esperanzas depositadas en ti y se siente miedo de defraudar. 

 

¿Cuáles son sus retos en materia de discapacidad en este mandato?

 

Cuando llegas a un puesto como este, que es nuevo en el gobierno portugués, y cuentas con una amplia trayectoria en la sociedad civil, tienes una visión muy amplia de los problemas a los que hay que dar respuesta, entonces en un primer momento se sientes sumergida en muchas iniciativas que hay que poner en marcha y, claro, es difícil. Por eso es importante establecer prioridades, porque de lo contrario, no se avanza. Ahora estoy enfocada en el tema de los ingresos de las personas con discapacidad, ya que hay muchas que no acceden al mercado laboral y tienen costes enormes por razón de discapacidad que no son debidamente compensados por el estado.

 

En Portugal tenemos prestaciones sociales, pero son reducidas y  es difícil vivir con dignidad con prestaciones de 250 euros. Esa es la gran prioridad en este momento. Se pretende establecer una prestación única de discapacidad permita, en un primer momento, realizar una compensación de costes para todas las personas, con o sin empleo, y después valorar y apostar preferentemente por la erradicación de la pobreza de las personas con discapacidad, aumentando el nivel de las prestaciones. 

 

¿Cuál es la situación de las mujeres y niñas con discapacidad?

 

Las mujeres con discapacidad sufrimos de una doble discriminación, ya que estamos más discriminadas para acceder a un empleo, recibimos menos salario, existen problemas para acceder a la educación… Por todo ello debemos trabajar para conseguir la igualdad desde las políticas de discapacidad, y no permitir que existan discriminaciones, ya desterradas en las leyes pero que subsisten en las mentalidades.

 

Portugal acaba de ser considerado por el Comité de naciones Unidas para los Derechos de las Personas con Discapacidad, en relación con su implementación, ¿qué le ha parecido el diálogo constructivo y qué esperas del mismo?

 

Salgo con una sensación positiva. No sabía a lo que venía exactamente, no sabía qué debía preparar. Creo desde la primeras reuniones trasmití a los miembros de la delegación que no veníamos a Naciones Unidas a vender un producto que no existe, sino a exponer lo que hacemos y a reconocer lo que no existe en Portugal. Porque en países desarrollados como el mío o en los demás países miembros de la Unión Europea, queda mucho camino por recorrer en materia de discapacidad, no somos perfectos, y por eso solicité al equipo sinceridad y capacidad de diálogo y anotar sugerencias. Esperamos recibir recomendaciones del Comité en las que se nos señalen qué esfuerzos debemos realizar, a qué áreas debemos dedicarnos especialmente o qué medidas específicas hay que adoptar para mejorar cualitativamente nuestras políticas. 

 

¿Qué mensaje enviaría a las mujeres y niñas con discapacidad?

 

Que crean en sí mismas, que no dejen que nadie decida por ellas ni que manden en sus vidas. Hay que buscar la independencia, buscar empleo y dar lo mejor de sí mismas, porque cuando trabajamos con verdad, voluntad y entrega siempre hay un momento en el que el reconocimiento llega de una forma u otra llega.

 

¿Un deseo para su mandato?

 

Lo que quiero es que cuando acabe pueda mirar atrás y ver que en estos cuatro años hemos puesto en marcha medidas que van a cambiar positivamente la vida de las personas con discapacidad. Si es así, me sentiré my feliz, si no, dejaré el cargo con sensación de vacío y de trabajo no cumplido.